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jueves, 19 de septiembre de 2024

15TA. EXCURSIONISTAS - DEP. LAFERRERE

CAMPEONATO CLAUSURA PRIMERA B 2024
FECHA 15 - EXCURSIONISTAS - LAFERRERE 

Este viernes 20/9 a partir de las 20:30 hs. Excursionistas recibirá la visita de Dep. Laferrere, por la fecha 15 del torneo de Primera B 2024. 
Este choque será el número 47 entre estos dos clubes. El historial general marca 46 enfrentamientos, Excursio ganó 12, empató 14 y perdió 20.
En Pampa y Miñones jugaron 24 partidos. Excursio ganó 9, empató 8 y perdió 7.
Laferrere llega de empatar 0-0 con Acassuso y el verde de sufrir una derrota con Dep. Merlo por 2-1.
El último encuentro en Pampa y Miñones fue el 25/4/23 donde empataron 0-0. Excursionistas lleva una larga racha adversa sin ganarle a Lafe en el Bajo Belgrano: de los últimos 7 empató 3 y perdió 4.
En el actual torneo de Primera B, Laferrere se encuentra tratando de escaparle a los puestos de descenso, mientras que Excursio intenta mantener su posición dentro del torneo reducido, que dará otro ascenso al Nacional B.
El juez del encuentro será Jonathan De Oto, nos dirigió en 17 ocasiones. Ganamos 8, empatamos 6 y perdimos 3. 


 

Leonel Barrios cumplió 100 partidos.

 LEONEL "OSO" BARRIOS

El sábado 14 de setiembre de 2024, cuando Excursionistas enfrentó a Dep. Merlo en Parque San Martín, nuestro delantero Leonel Barrios cumplió su partido número 100 con la casaca de Excursionistas.
Le enviamos nuestras felicitaciones al OSO goleador del Bajo Belgrano.


Foto Luli Bidegain




martes, 25 de julio de 2023

Historial Excursionistas - Almagro

 

Historial Excursionistas – Almagro.

Previo al partido de Copa Argentina 2023.



1918 – Primeros partidos

Unión Excursionistas asciende a División Intermedia en 1916, Almagro los hace dos años después, es ahí en 1918 cuando se enfrentan por primera vez “los tricolores” y los “boys de Masciotra”, como hacían referencias los diarios de la época.
El 5 de mayo de 1918 y por la 4ta. fecha se jugó el primer partido en el Bajo Belgrano, el verde formó con Danieletti al arco, Basterra y Gradilone, Montero, Blaya y Mora, Landoni, Urio, Lobato, Tilhet y Bottinelli. Excursio venía invicto con dos victorias y un empate, pero el conjunto de Almagro lo venció por 2-0.
No fue un buen torneo para Excursio, en la segunda rueda el 4 de agosto se volvió a imponer Almagro esta vez por 4 a 2 partido jugado en un predio en Villa Lynch. Los goles del verde fueron marcados por Gantes y Pedro Tilhet y formó con: Danieletti, Tassin y Gradilone, Ferrari, Cassamajor y Montero, Landoni, Bottinelli, Passanetti, Tilhet y Gantes.
Ese año Almagro realiza una gran campaña, pero no logra ascender en la cancha, objetivo que si logra al fusionarse con el club Columbian que se encontraba en Primera División.



Década del 20

Hubo que esperar siete años para que se vuelvan a enfrentar, recién para 1925 cuando Excursionistas asciende a Primera División, se jugó en Pampa y Miñones y volvió a ganar el tricolor esta vez por 2 a 0.
En 1926 llegó la primera victoria del verde en cancha de Atlanta donde hizo de local Almagro, aquella tarde ganó por 1 a 0 con gol de Domingo Antona y formó con Garín, Anglese y Bianchetti, Cattáneo, Tilhet y Corvetto, Bianchi, Antona, Laffont, Secchi y Ricotti.
En 1927 vuelve a la victoria el equipo tricolor por 3 a 2, los dos goles del verde convertidos por Carlos Secchi, cotejo disputado en la cancha de Parque Chas ubicada en Av. Triunvirato y La Pampa.
En el torneo de 1928 Excursionistas vuelve a ganar por 2 a 0 con goles de Oliva y Galeano, partido que se llevó a cabo el 31 de marzo de 1929 en el Bajo Belgrano y formó asi: Grimoldi, Cattáneo y Tilhet, Prestipino, Taccone y Corvetto, Oliva, Carasa, Laffont, Belis y Galeano.



Década del 30

Para la década del 30 ya se enfrentan con asiduidad, alternan victorias y derrotas y para destacar en 1932 se produce una goleada que sufre el verde por 5 a 2, José Aguirre autor de los tantos. Por su lado Excursio logra golear al tricolor en 1935 por 5 a 1 con 3 goles de Balleiro, Naude y José Ortega. El verde alineó a: Baranzini, Navigante y Rebucco, Sosa, Alvarez y Giuliano, Paolini, Ortega, Naude, Balleiro, Vila.
Sin dudas sobresale la derrota de 1937, campeonato donde ambos peleaban por el ascenso y faltando dos fechas Almagro se alzó con una importante victoria por 1 a 0 en Parque Chas, que lo dejó a las puertas del ascenso a Primera.
Para 1939 Almagro desciende y finalmente cierran la década en Pampa y Miñones con victoria albiverde por 3 a 0 con 2 goles de Belleiro y Pablo Ruffo.
Hasta aquí el historial general, marca 8 victorias para Almagro, 7 para Excursionistas y 2 empates.



Década del 40

Durante éste período volvieron a enfrentarse en todos los años, y no lograron sacarse grandes diferencias en cada uno de sus choques. Almagro dejó atrás su terreno de Parque Chas y para 1940 disputa sus partidos en el terreno de Fraga y Estomba. Es en este nuevo reducto y en ese año que realizan un partidazo y el tricolor se impone por 5 a 4, el Indio Soler autor de 3 goles y Eduardo Sobrón el restante.
Durante ese año los dirigentes del verde realizan obras en el estadio, lo que obliga a jugar prácticamente todo el torneo en otros estadios, es por esto que el partido de vuelta se juega en Atlanta y Excursio cae por 2 a 1 gol de Prieto.
Pero a estas dos derrotas que abrían la década, le siguieron tres victorias del verde, las dos del año 41 y otra correspondiente a la primera rueda del año 1942 una goleada por 4 a 0, con 2 goles de Soler y 2 de Andrés Archero, esa tarde del 18 de julio el verde formó con: Rebutti, Rossell, Maraviglia, Pereyra, Soler, Alvarez, Paolini, Luques, Archero, Balleiro, Roggero.
Pero en la segunda rueda Almagro se impuso por 1 a 0 cortando la racha victoriosa.
En la primera rueda del 43 el tricolor vuelve a salir vencedor en un partido tortuoso donde el Excursio sufrió la expulsión de Santillán y Soler erró un penal.
A partir de allí sale el sol, y de los próximos 11 partidos el del Bajo Belgrano gana 7 y pierde solo 2. Entre ellas podemos destacar la del 46 por 4 a 1 con 2 goles de Alberto López, Storino y Latapié, el equipo estaba compuesto por: Rebutti, Conte, Dotto, Kagel, Soler, Radaelli, Latapié, P. Storino, López, Prado, Díaz.
Finalizando la década el verde cosecha malas campañas y el tricolor aprovecha esta situación, conclusión: el historial marca paridad con 17 victorias por lado.



Década del 50

Otra década de mucha paridad, donde se ganaron 8 partidos cada uno. El primer lustro dominó Excursionistas con una buena racha de 5 partidos sin perder (4 victorias y 1 empate) entre 1952 y 1954.
Vale aclarar que en éste período Almagro no posee cancha por lo que hace de local en otros estadios como Atlanta, Ferrocarril Oeste o All Boys.
Recordamos el partido de 1953 disputado en Caballito que el verde se impuso por 2 a 0 con goles de Carlos Juárez y Juan Arpe y el arquero José Costa atajó un penal. El equipo formó con: Costa, Nieves, Repetto, W. López, Villalba, Dotto, Juárez, Gómez, Alberto López, Tulio González, Arpe.
A partir de 1956 inauguran su estadio en José Ingenieros donde se hace más fuerte y logra emparejar el historial y se destacan dos goleadas abultadas que sufre Excursio en 1957 por 7 a 3 y en 1959 por 6 a 3.
Termina la década y el historial marca 25 victorias por lado y 6 empates.



Década del 60

En aquí donde Almagro logra sacar una luz de diferencia, este no fue un buen período para Excursionistas obteniendo solo 4 victorias contra 9 de su adversario.
Sin dudas un partido destacado fue la goleada de 1969 propinada en el Bajo Belgrano por 4 a 2 con 2 goles de Alves de Souza, Obdulio López y José Ugarte. El equipo formó con: Irusta, Panizzo, Vaquero, Gil, Motta, Pilla, Morriello, Sicilia, Ugarte, Alves de Souza, López.
Este año de 1969 se cierra con el historial 29 a 34 en favor del equipo de José Ingenieros.



Década del 70

Solo se enfrentaron 4 partidos y Excursionistas ganó los 4. Vamos a recordar el partido de 1970, donde el verde hizo de local en Ferrocarril Oeste y ganó por 3 a 1 con goles de Obdulio López, Ugarte y Sicilia de penal. El equipo formó asi: Toledo, Lerzo, Donadío, Casal, Sigman, Motta, Masciotra, Sicilia, Ugarte, C. López, O. López.
El verde achica la distancia en el total general, ahora la diferencia es solo de 1 partido a favor de Almagro: 33 a 34.



Década del 80

Aquí Almagro vuelve a sacar diferencias, a pesar que el verde contó con buenas escuadras en esos años, tal vez Almagro se quedó con los partidos más importantes, sobre 12 enfrentamientos Excursio ganó solo 1, el disputado en 1985 por 1 a 0 en Pampa y Miñones con gol de Di Rissio, el equipo formó con: Quiroga, Locatelli, Ronci, Panelo, R. Acosta, Di Rissio, P. Quinteros, Saá, Luna (Robino), Cabrera, Corral (H. Acosta).
El final de esta década marca 34 partidos para Excursionistas y 39 para Almagro.



Década del 90

En el Campeonato 1994/95 fue la última vez que se enfrentaron en el Apertura ganó Almagro 1 a 0 en José Ingenieros, y en el Clausura se impuso el verde por 2 a 1con goles de Szeszuraky Chávez, el equipo estaba alineado asi: Sammartino, Lúquez, Dopazo, Gorsd, C. Lazarte, Lemos, G. Pérez, Sáenz (R. Lazarte), Vitale, Szeszurak, Chávez (Scacchi).


Los números finales del historial marcan 90 partidos disputados, Excursionistas ganó 35, Almagro ganó 40 y empataron 15.

jueves, 5 de febrero de 2015

Bajo Belgrano

Por Adrián Bollici
Los primeros jóvenes, precursores de las excursiones y de las competiciones deportivas, se reunían en la Plaza Montserrat pero en su gran mayoría vivían en el barrio de Palermo.
Al iniciar las gestiones para conseguir un predio donde poder jugar al fútbol, se les ofrecieron varios lugares, entre ellos un descampado en el Bajo Belgrano, pero pudo haber surgido en cualquier otro terreno abandonado de la ciudad.
En el año 1924, ya instalados en Pampa y Miñones, el cuadro de Intermedia realizó una gran campaña, y sobre el final del certamen Excursionistas debía enfrentar al Club Liniers, contando con grandes chances de consagrarse ganador de zona y obteniendo el derecho de disputar la final por el ascenso. En vistas a este decisivo match los excursionistas decidieron empapelar el barrio de Palermo con unos anuncios informando:
GRAN MATCH DE FOOTBALL: EXCURSIONISTAS versus LINIERS
Medios de acceso al field: Tranvías Anglo-Argentino, Lineas 35, 36, 68, 88 y 97”.
Con estos datos intentamos armar el recorrido de aquellos tranvías, y en un informe de recorridos del año 1914 encontramos:
 
Linea 35: de Plaza de Mayo a Crámer y Congreso.
Linea 36: de Sarmiento y Maipú a Crámer y Republiquetas.
Linea 38: Barrancas de Belgrano a Plaza Constitución.
Linea 68: de Plaza Constitución a Plaza Italia.
Linea 88: de Flores a Barrancas de Belgrano.
Linea 97: de Plaza Constitución a Barrancas de Belgrano.

Aquí abrimos un pequeño paréntesis para comentar que en el barrio de Belgrano desde 1887 funcionaba el Hipódromo Nacional, no el actual, sino otro ubicado entre las calles Monroe, Av. Libertador, Av. Lugones, y la calle Rubén Darío.
La entrada principal se ubicó en la intersección de la actuales avenidas del Libertador y Congreso y se realizaron carreras hasta 1911, luego fue utilizado para el vareo de animales que actuaban en el Hipódromo Argentino hasta 1913. Las pistas y los restos de las tribunas subsistieron hasta 1920.
Como recuerdo del Hipódromo quedó la calle Victorino de la Plaza formando una herradura siendo la curva sur de la pista. 
Un dicho famoso suele decir: "estoy en Pampa y la vía", refiriéndose a una situación de quebranto económico. Este dicho se remonta cuando el Bajo Belgrano era una zona pantanosa y despoblada, de difícil acceso. Para solucionar este problema se estableció una pequeña línea de tranvía conocida como el "Expreso Hipódromo", que desde la esquina de Iberá y Blandengues (hoy Avenida del Libertador), llegaba hasta la intersección de la calle Pampa y Av. Virrey Vértiz.
El pasaje tenía un valor de 10 centavos y podía adquirirse de ida y vuelta. Los “burreros” que perdían todo en el hipódromo, al menos conservaban su pasaje de regreso hasta las Barrancas de Belgrano, o sea hasta "Pampa y la vía". Así fue que, por este particular servicio, nació la famosa frase, inmortalizada luego por el tango y el léxico porteño.
Casi por casualidad y en el afán de encontrar imágenes del Bajo Belgrano antiguo apareció una fotografía aérea tomada por Broszeit-Borrat en 1925, donde se observa una porción del campo de juego del C. A. Excursionistas, la Estación Belgrano C, las Barrancas de Belgrano y el Hipódromo Nacional.
Es una foto poco conocida y coincide justo con el año en que Excursionistas jugó por primera vez en Primera División.



Se observa la  Pquia. Inmaculada Concepción y el terreno de Excursionistas.
Imagen aérea de la Pquia. y la intersección de Av. Cabildo y Juramento.

Se observan las Barrancas, el terreno de Excursio, la Pquia. de las Mercedes,
el gasómetro en Arribeños y Blanco Encalada y la fábrica Campomar.

miércoles, 11 de abril de 2012

El "Coliseo del Bajo Belgrano" cumple 100 años.


Por Adrian Bollici
Luego de la fundación del Club Unión Excursionistas en febrero de 1910, se iniciaron las acciones tendientes a conformar los equipos de fútbol en vista al inicio del campeonato de 1911. Esto no presentaba preocupación ya que había valores de calidad para formar una escuadra competitiva, pero sí había otra labor titánica pendiente, la de conseguir un terreno de juego propio, requisito fundamental para la práctica del fútbol. Al cabo de innumerables solicitudes entre las propuestas ofrecidas apareció una pequeña parcela en el Parque Chacabuco, pero sus dimensiones eran muy pequeñas por lo que se desisitió de utilizarla.
Luego merced a la actuación del secretario Sr. Santos Cameán, quien era amigo del Intendente de la Ciudad de Buenos Aires don Joaquín S. Anchorena y del Director de Paseos don Benito Carrasco, se consiguió un descampado en el Bajo Belgrano. El mismo estaba delimitado por las calles Migueletes, José Hernández, Miñones y La Pampa. Teniendo en cuenta que la mayoría de los socios vivían en el centro y en el barrio de Palermo, se decidió iniciar los trámites para tomar posesión del predio, hecho que se produjo el 10 de diciembre de 1910.
En esa época el panorama no era el de hoy, en Belgrano estaba ubicada la quema donde se utilizaba la basura para el relleno de zonas bajas, lo que generaba continuas inundaciones por la falta de un sistema cloacal. Pese a ello los dirigentes comenzaron a proyectar un trabajo faraónico para transformarlo en una cancha de fútbol.
Para 1911 el “field” aún no se encontraba habilitado, por lo que decidieron alquilar la cancha del Club Florida situada en dicha localidad, donde el verde hizo las veces de local. Así fue que inscribieron dos equipos de Tercera División y uno de Cuarta en la primitiva Argentine Football Association. Los días domingos los jugadores y los primeros hinchas debían viajar hasta Florida con el ferrocarril, según nos cuenta la revista “El Fortín de Belgrano” del año 1940 “en aquellos tiempos nuestro club tenía su himno propio, que se entonaba después de cada partido y también durante el trayecto de Florida hasta Colegiales y Retiro punto de despedida”. Ellos vieron su sueño convertirse en realidad cuando el Unión Excursionistas debutó en Avellaneda venciendo al Club Merton por 3 –1.
Las campañas realizadas en 1911 colmaron las expectativas, e inmediatamente los dirigentes comenzaron a trabajar con la mente puesta en 1912, el primer objetivo que debían cumplir era poner en condiciones el campo de juego.
Se decidió por todos los medios habilitar la cancha de Pampa y Miñones para el próximo torneo a iniciarse en abril de 1912. Gracias a las influencias de algunos socios fundadores se obtuvo del Banco Proveedor un crédito de $600 que se emplearon en la construcción de la primera casilla, y posteriormente otro de $1000 de la Asoc. Argentina. Los Señores Masciotra, Zelada, Gantes, Cameán y el Sr. Puig de la administración de La Nación, actuaron en dichas operaciones con fortuna. Por otro lado dirigentes, simpatizantes y jugadores lograron reunir cierta cantidad de fondos, para comprar los materiales necesarios y así construir la casilla y colocar el alambrado exterior, condiciones básicas para utilizarlo como ¨field¨.
De la mano de obra no había por qué preocuparse ya que se contaba con un cuerpo de voluntarios trabajadores. Todos los sábados después de finalizar la labor semanal, se daban cita en Excursionistas para trabajar. Los jóvenes colaboradores a los que nos referimos eran: P. Gilardi, R. Gantes, S. Cameán, J. Zelada, N. Pasanetti, R. y E. Mastronardi, Gradilone, Briba, Merlo, Ghiano, Frere, Carbone y posiblemente algún otro aquí olvidado. La mayoría de los nombrados trabajaron hasta la madrugada, y los que vivían lejos se quedaron a dormir en la cancha.
Durante la mañana del 14 de abril de 1912 todos concluyeron los trabajos pendientes dado que a las 15 horas se jugaba el primer partido del Campeonato de Tercera División.
A la hora señalada los jugadores que momentos antes habían estado trabajando, se hallaban en sus puestos vistiendo la vieja casaca albiverde, para enfrentar al Club Libertad por la primera fecha El equipo estaba compuesto por: Passalacqua, Romero, Ghiano, Passanetti, Zarlenga, Maceiras, Gantes, Gelfi, Mora, Masciotra, Branda, ganando el equipo de Unión Excursionistas por 4 a 0, marcando en tres ocasiones Raúl Gantes y Branda el restante.
Ese fue el primer partido jugado en nuestro “field” de una serie infinita que se extendió durante 100 años. Según las épocas nuestro estadio fue conocido como El Fortín de Belgrano, o Pampa y Miñones, o El Coliseo del Bajo Belgrano, hoy tiene el honor de ser uno de los escenarios más antiguos del fútbol argentino por haber llegado a sobrevivir un siglo, con la ayuda de sus hinchas que durante todos estos años colaboraron incansablemente, para que el verde siga siendo del Bajo Belgrano.
El 14 de abril de 2012 se cumplen 100 años que en Pampa y Miñones se jugó el primera partido, FELIZ CUMPLEAÑOS FORTIN DE BELGRANO!!!!

jueves, 15 de septiembre de 2011

Def. Cambaceres 1 – Excursionistas 1 (11.10.97)

El partido en cuestión corresponde al torneo 1997/98 pero la historia se remonta al campeonato anterior correspondiente a la temporada 1996/97.
Hacia el mes de marzo del año 1997 Excursionistas era derrotado por Cambaceres en el Bajo Belgrano. Aquella tarde al final del partido se encontraron ambas hinchadas y en la refriega los hinchas de Camba perdieron una bandera roja en la que se podía leer “Los Piojos”.
Excursionistas tuvo un buen desempeño en ese torneo, donde sobre el final perdió el partido decisivo del octogonal con Lamadrid en All Boys. Durante todos los resúmenes deportivos de aquel año en los que emitían los goles del verde, se podía ver la bandera de Cambaceres colgada en el alambrado junto a la barra del Bajo.
Siete meses después de este suceso, que había pasado desapercibido para todos, el fixture nos envíaba a Ensenada.
Salimos bien temprano para poder almorzar en alguna parrilla rutera. Como no encontramos ninguna nos adentramos en la ciudad de Ensenada. Pasamos por la cancha, llamativamente en una de las esquinas nos daba la bienvenida una pintada en aerosol que decía “EXCURSIO HOY MORIS”. Lo tomamos casi en chiste. Nadie recordaba ya los incidentes cuasi menores del año pasado en Belgrano.
Continuamos con nuestra búsqueda gastronómica, hasta que dimos con el Club Ajedrecistas de Ensenada. Era un buffet de un club de barrio bastante decorosa para la zona en la que estaba ubicado. Ahí almorzamos un suculento asado, tal vez demasiado regado con unos tintos de dudosa calidad. Faltando media hora para que comience el partido partimos hacia el estadio.
Por esas cosas de la vida no estacionamos en el auto en la puerta, sino que lo ubicamos enfrente en un pequeño solar donde descansaban otros automóviles. Abonamos la entrada en medio de un clima enrarecido, ingresamos y nos ubicamos en lo alto de la tribuna. Notamos que no había llegado casi nadie aún, por lo que decidimos esperar para colgar las banderas.
Cuando el juez daba el pitazo inicial comenzaron a llegar algunos hinchas rezagados. Los primeros minutos transcurrieron con no más de 30 testigos en las gradas. Enfrente alentaba la gente de siempre, solo que en la cabecera el grupo más radical de la hinchada local no paraba de insultarnos.
A los 20 minutos, y observando que los micros de la hinchada se retrasaban, tomamos una mala decisión que lamentaríamos, decidimos colgar las banderas. A los pocos minutos escuchamos una canción que aún hoy retumba en nuestros oídos: “OLELE OLALA EN EL ENTRETIEMPO LOS VAMOS A MATAR”. Lo tomamos como una amenaza más de las miles que escuchamos en las canchas, aunque la pintada de la esquina y esta estrofa sospechosa nos hacían dudar un poco.
Mientras tanto dentro del campo de juego el verde jugaba bien y de los pies de Brotto se abrió el marcador ¡GOOOOOOL! fue el grito que silenció a la barra local. Casi al mismo tiempo el juez decretaba el final del primer tiempo.
Nos sentamos y comenzamos con las charlas de rigor, sobre jugadas dudosas o los motivos por los que los micros aún no habían arribado, cuando observamos que todos los policías ubicados en nuestro sector habían desaparecido. Al mismo tiempo la barra local había abandonado sus posiciones y lentamente daba la vuelta hacia la calle que daba a la tribuna visitante. Lo que estaban haciendo no era otra cosa que cumplir con su promesa estampada en aquel grafiti!!!!!.
Durante siete largos meses, habían juntado ira por la bandera perdida y paseada por todas las canchas del conurbano bonaerense. Ahora estaban decididos a descargarla sobre nosotros, vengar la humillación y además conseguir algún trofeo de guerra.
Bajo una torrencial lluvia de piedras descolgamos las banderas, los proyectiles volaban desde los cuatro costados y desde los techos de las casas lindantes. Prácticamente no había lugar para resguardarse. Los pocos hinchas del verde que estábamos allá soportamos el embate como pudimos.
Su objetivo principal era conseguir alguna bandera, aunque no es posible descartar que el secundario era acabar con todo ser viviente que habitaba nuestra tribuna. Apenas llegaban al paredón, intentaban treparse pero eran repelidos casi al instante con golpes en las manos u otras partes de su cuerpo, lo que los hacia caer del otro lado donde provenían. Otro grupo respondía con las piedras que caían en nuestro sector hacia la calle. Observabamos de reojo hacia afuera, donde los hinchas, enfurecidos por no poder ingresar a despedazarnos, la emprendían con los autos visitantes estacionados. En otro golpe de suerte increíble, recordamos que el nuestro estaba estacionado en aquel solar un tanto lejano a resguardo. Pero en ese momento dramático, poco nos importaba el vehículo. Los hinchas de Cambaceres se acercaban cada vez mas y nuestra tribuna estaba a punto de ser copada.
Ya sabíamos, a esa altura, que la hinchada de Excursionistas había sido retenida por la policía unos kilómetros antes de llegar al estadio como parte del plan, por lo tanto ya no esperábamos ninguna salvación. Cuando la puerta de la tribuna visitante estaba a punto de ceder, cuando los invasores se aprestaban a invadir la tribuna, aparecieron los jugadores por el túnel acompañados del árbitro. En ese preciso instante, la puerta finalmente cedió y algunos parciales locales lograron ingresar. Pero increíblemente, en simultáneo, reapareció la policía, la misma policía que minutos antes nos había entregado, ahora haciéndolos replegar hasta su tribuna nuevamente.
Cuando uno de los agente abrió la puerta de acceso e ingresó poniendo cara de “…quedensé tranquilos que llegué para salvarlos…”, uno de los hinchas del verde le propinó una tremenda trompada que lo hizo volver sobre sus pasos, generando otra batahola..
El segundo tiempo casi ni lo vimos. Estábamos paranoicos observando los movimientos tanto de la policía como de la hinchada local, hasta que transcurridos 30 minutos un agente nos ordenó abandonar el estadio. No lo podíamos creer ¿otra vez nos enviaba al matadero?. Según sus dichos nos juraba que era por nuestro bien, que con los efectivos que tenía no podía hacer frente a la barra de Cambaceres. Resignados, lentamente abandonamos la tribuna con suma cautela. Alcanzamos nuestro auto indemne, subimos un par de hinchas y partimos raudamente.
A los pocos kilómetros escuchamos por radio el empate de Cambaceres sobre el final del partido, pero no nos afectó demasiado. A esa altura de los acontecimientos, nadie recordaba que se estaba jugando un partido de futbol. Nuestras vidas y las banderas estaban a salvo.

martes, 30 de agosto de 2011

Atlanta 3 – Excursio 1 (25.02.1995)

Si existe un club sufrido en el fútbol argentino ese es el Club A. Excursionistas. Pero remarco que no está en el pelotón de vanguardia. Es el más sufrido lejos, por varios cuerpos de ventaja sobre Racing, Gimnasia, Huracán, Muñiz, Puerto Nuevo o Fénix.
Luego del descenso de 1972 a Primera C, parecía que en cuestión de tiempo retornaría a la Primera B, lugar que lo había tenido como animador desde la instauración del profesionalismo en la década del 30. Llamativamente los años pasaban, y siempre sucedía algo extraño que hacía perder la chance del ascenso: finales perdidas en los últimos minutos, arbitrajes bochornosos y cambios reglamentarios que nunca nos favorecían. Esto último en referencia a que cuando eran promovidos a la categoría superior los primeros dos equipos de la tabla de posiciones, Excursio se ubicaba tercero invariablemente. Luego se implementó el octogonal y en el primer reducido quedamos eliminados por penales con Alem, ante una multitud en cancha de Platense. Al año siguiente se impuso la ventaja deportiva y se quitaron los penales.
Algunos creen en la teoría conspirativa del monstruo que nos pisa la cabeza llamado Grondona o Deluca, otros en la mala suerte y los mas místicos que Dios se ensañó con nosotros.
Pero hubo un día, no digo un día, hubo unos minutos en los que creí que todo cambiaba. Que las cosas buenas nos sucederían a nosotros, que alguien nos había puesto en la lista de los exitosos con Armenio, Defensa, Lanús, Español, San Miguel o Laferrere. Imaginaba que podíamos hacer una campaña heróica ganando un octogonal y ascender, jugar en la Primera B y salir campeones invictos desfilando en todas la canchas y jugar el Nacional, con el sueño intacto de algún día tocar la Primera División.
Sentí que ese día nos tocaba a nosotros, que se rompían las reglas, que no era necesario tener un equipo de estrellas rutilantes que juegue un fútbol de alto vuelo. Sencillamente habíamos salido sorteados, y los árbitros dudaban a favor nuestro y no en contra, los linesman cometían errores a favor y no en contra, y la redonda buscaba la red en cada disparo.
¿Porqué no podía ser real? ¿cuántos delanteros vimos en nuestras vidas que tuvieron un éxito fugaz y luego volvieron al anonimato?
Los minutos a los que me refiero corresponden al día 25 de febrero de 1995. Ese día enfrentábamos a Atlanta en Villa Crespo por el torneo clausura de Primera B, al que habíamos accedido a mediados del año anterior tras ganar un Octogonal increíble. Pero esa es otra historia que merecerá ser contada en otra ocasión.
Sobre el final del primer tiempo siendo las 17:40 horas Oscar Vitale abría el marcador en Corrientes y Humboldt, desatando la locura en la cabecera visitante: Atlanta 0 – Excursio 1. Una catarata de recuerdos se me vino encima, el sol de frente en la tribuna visitante era abrasador. Sentado en un tablón buscando aire luego del grito desenfrenado de gol, varios flashes acudían a mi mente: el mencionado ascenso a la B ganando el octogonal y el convencimiento de que algo estaba por cambiar en nuestra triste historia. Pero también surcó mi memoria el historial con los bohemios ampliamente desfavorable, y otro flash me traslada a la goleada de Atlanta por 0-6 propinada en Floresta en la primera rueda. Pero he aquí la parte más consistente de mi ilusión, Excursionistas había empatado las dos primeras fechas de aquel Clausura, y luego le había ganado a Colegiales y Tigre. Con ese gol de Vitale alcanzábamos la cima de la tabla en el torneo de la Primera B.
Desde el año 1972 era el punto más alto al que Excursionistas había podido llegar en el fútbol. Fueron minutos increíbles e interminables.
Pero nada de mi ilusión fue real. Nadie nos había anotado en la lista de los exitosos, el historial se nos vino encima y Atlanta se impuso 1-3, el verde descendió por un punto. Para colmo de males, los costos y la mala administración de ese año en la categoría superior casi nos llevan a la quiebra en 1998.
En los años siguientes cayeron sobre nosotros miles de frustraciones colaborando en gran forma con la teoría conspirativa.
Por eso cuando hablan de sufridos, los más sufridos somos nosotros, los obsesionados hinchas de Excursionistas que seguimos manteniendo la esperanza que algún día alguien nos anotará en la otra lista, en la lista de los exitosos.

domingo, 14 de agosto de 2011

San Telmo 1- Excursio 1 (18/08/1990)

En el fútbol de ascenso hay canchas y canchas. Cuando por cuestiones de fixture debemos visitar una cancha por primera vez, nos vemos obligados a tomar los recaudos necesarios para reconocer el terreno como por ejemplo: preguntar a alguien que viva en la zona como llegar, cuál es el camino más apropiado y seguro, si el acceso es peligroso o qué colectivo es más conveniente. En ciertas ocasiones hasta hemos hecho un reconocimiento previo durante la semana para evitar sorpresas.
Cuando me refiero a que hay canchas y canchas quiero decir que en algunas lo mas importante es el viaje, el hecho de encontrarse en zonas alejadas permite la camaradería entre amigos y se puede incluir un almuerzo en una parrilla, transformando el viaje en una verdadera excursión. En cambio hay otras en las que se debe estar muy despierto con los ojos bien abiertos y no admiten ningún tour. Este es el caso de la cancha de San Telmo ubicada en el corazón de la Isla Maciel.
El partido en cuestión nos dejó buenos recuerdos casi pintorescos, aunque durante todo el tiempo sentimos que la vida estaba pendiendo de un hilo.
Terminamos el almuerzo y con el debido tiempo partimos hacia la cita esperada durante toda la semana, hicimos escala en Constitución y de ahí un colectivo hasta la isla.
-¿Éste me deja bien en la cancha de San Telmo? Pregunté.
-Sí. Respondió el chofer. Aunque ya sabíamos que nos acercaba, necesitamos la aprobación de alguien que pasara por allí todos.
-¡Acá se tienen que bajar!. Acatamos la orden del chofer, bajamos y miramos para todos lados, consultamos el reloj y faltaban 20 minutos para el comienzo del partido.
Desde nuestra posición veíamos la cancha y parecía estar cerca, comenzamos a desandar el camino y el panorama cambiaba metro a metro, estábamos preparados para lo peor pero grande fue la sorpresa, cuando un grupo de chicas muy sueltas de ropa nos dieron la bienvenida. Ellas nos invitaban a pasar un buen momento dentro de sus ranchos de madera, a lo que hicimos caso omiso y sin mayores sobresaltos llegamos a la esquina de la cancha, adquirimos la entrada e increíblemente nos sentimos seguros.
Unos minutos más tarde llegó la hinchada de Excursionistas, los candomberos salieron al cruce de los micros y aunque no fue un enfrentamiento feroz hubo gran intercambio de proyectiles, se podían ver a través de los tablones como las mismas chicas que prometían placer, ahora arrojaban todo lo que tenían a su alcance hacia la tribuna visitante.
El resultado final del partido fue 1 a 1 sin nada significativo para rescatar, iniciamos el regreso pero como el ambiente no era el mejor, decidimos retornar por otro camino y enfilamos hacia la Boca cruzando por el centro de la isla.
Eran varias cuadras y estaba todo desolado, el escenario era de casas muy antiguas y destruidas que mostraban un pasado pesado y denso. De fondo se alcanzaba a escuchar el griterío y algunas detonaciones de la policía. Nuestro camino seguía siendo tranquilo pero ya se había hecho demasiado largo. Al final de la calle desembocamos a la orilla del Riachuelo. Para continuar solo había dos opciones una entrada tétrica y oscura con una escalera infinita que nos llevaba a un puente peatonal, y un pequeño bote flotando nervioso sobre el liquido negro y espeso del que brotaban burbujas. Ninguna de las dos opciones parecía mejor que la otra, pero se produjo un hecho que nos obligó a tomar una decisión drástica. Desde lo alto del puente un grupo de hinchas candomberos comenzaron a insultarnos al mismo tiempo que prometían todo tipo de torturas. Sin dudarlo subimos al bote. Abonamos unas monedas al barquero y comenzó la travesía. El viaje desde la isla hasta la orilla de La Boca duró una vida. El solo hecho de ver tan cerca ese líquido putrefacto, y las gotas que chorreaban por los remos, nos hacía sentir actores de una película de terror. Atrás iban quedando latas, palos, envases y toda la basura depositada en el cauce renegrido. Como si todo esto fuera poco, los hinchas que antes nos insultaban comenzaron a arrojar piedras desde las alturas. Nunca supimos si el propósito fue pegarnos a nosotros o hundir el bote, lo que hubiera sido mucho peor, mientras tanto el barquero remaba inmutable como si todo fuera normal y cotidiano. Afortunadamente todas las municiones dieron en el “agua”.
Una vez que pusimos pie en tierra firme nos sentimos aliviados. En ese instante La Boca parecía un barrio cerrado del más alto nivel. Contemplé la isla por última vez y recordé que una de las excursiones programadas por nuestros fundadores allá por 1910 era un paseo por la Isla Maciel.
Nos subimos al primer colectivo que paró y nos bajamos en Constitución. A esa altura ya estabamos haciendo planes para el próximo partido.