Las buenas actuaciones contrastadas con otras muy regulares, marcaban el período de transición que vivía Excursionistas. Pocas fechas habían pasado entre la partida del anterior DT Edgardo Marchetti y la llegada de Guillermo Tuya, por ende poco era el tiempo de conocimiento entre el nuevo entrenador y este muy buen plantel. A los buenos desempeños observados en la victoria ante Defensa y Justicia, y en la derrota ante el puntero Argentino en Rosario, se le sumaban los pálidos triunfos ante Tristán Suárez y Muñiz en el “Bajo Belgrano”. Teniendo en cuenta que, con este partido ante Dock Sud se daba inicio a la segunda rueda, la necesidad de iniciar definitivamente el camino del despegue era imperiosa; con este anhelo todos los “leales”, incluyéndome a mí y a los hermanos José Luis y Roberto Terenzio, concurrímos al viejo estadio de los Inmigrantes. Durante los partidos la irregularidad se manifestaba a cada instante; pasaba de jugar un buen fútbol por varios minutos, a largos pasajes de enorme desconcierto. A esta altura eran circunstancias habituales de todos los sábados y que, de persistir, podrían poner en riesgo el sueño de ascender. A pesar de todo, el “Verde” contaba con el apoyo incondicional de su gente que sabía perfectamente la cuantía de este equipo, que aún no lograba descubrirse a sí mismo. Durante el transcurso del primer tiempo Excursionistas mostró ser mejor, no de manera abrumadora, pero lo suficiente como para haber establecido una mínima ventaja en el marcador; el buen trabajo de Mazariche, el esfuerzo de Carrasco y las subidas por el lateral derecho de Juancito de Vaan, un pibe hecho en el club y que después de mucho tiempo había logrado tener su chance de jugar en primera, no bastaron para establecer dicha diferencia. Esperábamos con expectativa que en la segunda etapa, todo ese leve predominio se tradujera en la red. Lamentablemente ello no ocurrió dado que el “Verde”, una vez más cayó en la irregularidad señalada y su intrascendencia le posibilitó al “Docke”, un débil equipo que comenzaba a transitar el camino que le haría vivir su primera experiencia en la Primera “D”, a animarse de a poco. Y con muy poco se puso en ventaja gracias a un error del “Polaco” Heinrich, que peinó una pelota hacia atrás, sin darse cuenta que ya había salido por la misma el arquero Peralta Luna, y por arriba de éste estableció el 1 a 0 parcial. ¡Imposible de creer pero real!; al “aplaudan no dejen de aplaudir los goles del polaco que ya van a venir”, que alegre e irónicamente nos cantaban los hinchas locales, se le sumó al minuto el segundo gol del “Docke” convertido por el rubio delantero centro Darío Crenko. A partir de aquí los minutos siguientes fueron jugados a toda desesperación; centros y más centros en búsqueda de alguna cabeza salvadora, fueron los manotazos de un Excursionistas que se ahogaba en su propia irregularidad e ineficacia. El final y su consecuente derrota abría en todos nosotros la incógnita de saber si finalmente Excursionistas aprendería de ella; afortunadamente sí lo hizo posibilitándole meses después, llegar al “mano a mano” con Talleres de Escalada por el ascenso a la “B”.
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