Soler Carlos

Se desempeñó como centrehalf, la clásica posición de nro. 5 de acuerdo al antiguo sistema táctico de 2-3-5. Este personaje llegó desde la ciudad de San Carlos de Bolívar en 1937 y se calzó la camiseta del verde durante 10 años.
Nació en Chivilcoy el 28 de abril de 1914. Sus primeros pasos en el fútbol los hizo en Bolivar dado que sus habilidades sobrepasaban claramente el nivel del fútbol regional, se trasladó a Buenos Aires. Para 1935 es incorporado al Club Atlético Talleres de Escalada y dos años más tarde desembarcó en el Bajo Belgrano.
Disputó varios partidos del Torneo Preparación de 1937. Para el segundo semestre de ese año Soler viajó a Tucumán a jugar en el Club All Boys de esa provincia, pero una promesa hecha a Don Antonio Masaciotra hizo que retornara a vestir nuestra camiseta en 1938. 

Jugó su primer partido oficial el 30 de abril de ese año, enfrentando a Sp. Buenos Aires donde el verde perdió por 2-3. Con el correr de las fechas se ganó la titularidad y al poco tiempo de llegado ya se había ganado un lugar en el corazón de los hinchas. Bautizado como “Indio” o “Upa” disputó en forma brillante los torneos de 1939 a 1943.

En 1944 el Indio Soler es cedido a préstamo por un año nada menos que al Santos FC de Brasil.
Hacia 1945 volvió al Bajo Belgrano, formando una gran línea media con Nicanor Kagel y Dotto jugando juntos desde 1945 a 1948.

Al cabo de 10 temporadas, el querido “Upa” abandonó el fútbol. Jugó su último partido el 30 de octubre de 1948 enfrentando a All Boys en cancha de Argentinos Jrs., siendo el resultado empate 2-2. Sobre el final de su carrera tuvo una activa presencia en la defensa de los derechos de los futbolistas. Fue pieza importante en la huelga de jugadores del ´48, para más tarde convertirse en socio fundador de Futbolistas Argentinos Agremiados.

En Excursionistas jugó 282 partidos y convirtió 70 goles, una cifra increíble para su puesto en el campo. Se ubica entre los 4 jugadores que más partidos usó la casaca del verde. Pero mas allá de estos datos estadísticos, su bonanza campechana, su fiero semblante y su categoría de crack lo ubican entre los jugadores mas queridos de toda nuestra historia.