viernes, 25 de noviembre de 2011

Excursionistas 1 – Vélez Sarsfield 1 (4.12.1943)


En ésta ocasión nos propusimos recordar a un gran jugador que se desempeñó como centrehalf, la clásica posición de nro. 5 de acuerdo al antiguo sistema táctico de 2-3-5. Este personaje llegó a nuestro club desde la ciudad de San Carlos de Bolívar en 1937 y se calzó la camiseta del verde durante 10 años. Como escenario elegimos el partido con el club del barrio de Liniers jugado en 1943.
Juan Carlos “El Indio” Soler, de él hablamos, nació en Chivilcoy el 28 de abril de 1914. Sus primeros pasos en el fútbol, no obstante, los hizo en Bolivar en los clubes Alem y Comercio de dicha localidad bonaerense. Sin embargo, sus habilidades sobrepasaban claramente el nivel del fútbol regional, por lo que su traslado a Buenos Aires era una cuestión obvia. Para 1935 es incorporado al Club Atlético Talleres de Escalada y dos años más tarde desembarcó en el Bajo Belgrano.
Disputó varios partidos del Torneo Preparación de 1937. Respecto a uno de esos encuentros, encontramos una anécdota que nos describe claramente su personalidad y sus características futbolísticas. Una de ellas era su brutal remate de media distancia. En uno de los recordados desempates contra River Plate en cancha de Chacarita, el match estaba a punto de finalizar y el referee miraba a cada instante el reloj. El score favorecía a River por 4 a 3. Excursionistas había jugado un partidazo, de igual a igual, bajo el comando del aguerrido centre half pero quedaba eliminado. Hirch, el entrenador millonario, reclamaba a viva voz la terminación del partido. Una infracción cometida por un jugador riverplatense cerca del banco de suplentes y a unos cuarenta metros del arco millonario, sería el último trámite para un partido que ya estaba prácticamente liquidado. Soler tomó la pelota y se paró para rematar al arco. Hirch miró con sorna a ese muchachón de veintidós años que colocó la pelota dispuesto a intentar lo imposible. Como el calor arreciaba y estaba tan cerca del banco, Soler se acercó a Hirch y le pidió agua. Hirch le alcanzó una botella y sonrió con benevolencia. El “Indio” agradeció, bebió unos tragos, y devolvió la botella sin dejar en ningún momento de sostenerle la mirada. Nuestro "centrojá" se colocó frente al balón, tomó distancia, corrió hacia la pelota, y le pegó un impresionante zapatazo. El guardameta Sirni nada pudo hacer. ¡Golazo de Excursionistas!. Golazo del indio Soler, quien con toda su inocencia pueblerina fue nuevamente hacia Hirch para pedirle un poco más de agua, pero el DT húngaro ofuscado por el golazo, se la negó groseramente. Al ingresar a las casillas que oficiaban de vestuarios, se acercó a Soler el mítico Bernabé Ferreyra, y le dijo: "¡Qué taponazo que tenés, viejo! ¡Cómo pateás...!"
Para el segundo semestre de 1937 Soler viajó a Tucumán a jugar en el Club All Boys de esa provincia, pero una promesa hecha a Don Antonio Masaciotra hizo que retornara a vestir nuestra camiseta en 1938. Jugó su primer partido oficial el 30 de abril de ese año, enfrentando a Sp. Buenos Aires donde el verde perdió por 2-3. Con el correr de las fechas se ganó la titularidad y al poco tiempo de llegado ya se había ganado un lugar en el corazón de los hinchas. Bautizado como “Indio” o “Upa” disputó en forma brillante los torneos de 1939 a 1943.
El 4 de diciembre de 1943 Excursionistas recibió a Vélez Sarsfield, equipo que ya se había coronado campeón de la Primera B. Ese día el verde formó con: Rebutti, Rossell, Maraviglia, Dotto, Soler, Alvarez, Paolini, Santillán, Díaz, Archero, Roggero. Sobre la media hora de juego, Excursionistas halló el premio merecido a sus esfuerzos, mediante un tiro libre violentísimo ejecutado por Soler, cuya figura agigantada cubría todo el campo de juego. Había logrado vencer nada menos que al portero Miguel Rugilo, el mítico arquero que años más tarde se convertiría en el "León de Wembley". En la segunda etapa el juez otorgó un penal para los visitantes y Rebutti logró desviar el disparo de Heisecke. Sobre el final del partido, en una acción sumamente confusa, Vélez llegó a la igualdad en una jugada en la que el árbitro pitó una falta previamente, deteniendo la jugada. Algo verdaderamente insólito. Tras algunas discusiones se fue expulsado el “Pata” Dotto. El ambiente siguió caldeado y a los pocos minutos otra expulsión, esta vez fue Alvarez por lo que el verde finalizó el encuentro con nueve hombres. El resultado final fue 1-1.
En 1944 el Indio Soler es cedido a préstamo por un año nada menos que al Santos FC de Brasil. Aunque aún faltaban un par de lustros para que dicho club alcanzara su fama mundial, saltar de la segunda división a la primera del fútbol de Brasil era un gran logro en su carrera. Tuvo un más que aceptable desempeño en la liga paulista, a pesar que el Santos no pasó de la mitad de tabla.
Para 1945 volvió al Bajo Belgrano, formando una gran línea media con Nicanor Kagel y Dotto jugando juntos desde 1945 a 1948. Al cabo de 10 temporadas, el querido “Upa” abandonó el fútbol. Jugó su último partido el 30 de octubre de 1948 enfrentando a All Boys en cancha de Argentinos Jrs., siendo el resultado empate 2 –2. Sobre el final de su carrera tuvo una activa presencia en la defensa de los derechos de los futbolistas. Fue pieza importante en la huelga de jugadores del ´48, para más tarde convertirse en socio fundador de Futbolistas Argentinos Agremiados.
En Excursionistas jugó 283 partidos y convirtió 70 goles, una cifra increíble para su puesto en el campo. Se ubica entre los 4 jugadores que más partidos usó la casaca del verde. Pero mas allá de estos datos estadísticos, su bonanza campechana, su fiero semblante y su categoría de crack lo ubican entre los jugadores mas queridos de toda la historia de la institución.

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