viernes, 29 de junio de 2012

Banfield 2 – Excursionistas 0 (11.12.1937)

El campeonato de 1937 fue el primer Torneo de Ascenso a Primera División oficial. De ésta forma los dirigentes, que arbitrariamente crearon la liga profesional, encontraron la “solución” a todo ese descalabro generado seis años antes. El campeonato dio inicio recién en el mes de agosto, por lo que se disputó a una sola rueda, donde el campeón ganaría el derecho de ascender a Primera y los últimos tres abandonarían la categoría. Excursionistas había realizado una destacadísima actuación en el Torneo de Preparación de 1937, por lo que los hinchas conocían del poderío del plantel y seguramente iba a ser protagonista. El verde demostró en la cancha lo que se palpitaba en los corazones. Ganó en forma consecutiva los primeros cinco partidos, incluyendo el clásico con Defensores donde se impuso 1-0 con gol de Balparda en un partido muy accidentado, La Prensa comentó que “El arquero Baranzini (Excursionistas), que se aprestaba a detener la pelota fue embestido bruscamente por Galarza, motivando la reacción del guardavalla... Por lo tanto el juez lo expulsó a los 41minutos del primer tiempo. Fue de advertir entonces, la actitud agresiva de algunos parciales de Excursionistas que llegaron a arrojar diversos proyectiles contra el juez... El arco fue cubierto por el jugador De Latantis." Excursionistas era líder del torneo con 10 pts. seguido de cerca por Almagro con 8. Posteriormente, al cabo de algunos resultados adversos, retornó a la senda victoriosa cosechando cinco victorias al hilo nuevamente. Llegando a la 14va. fecha, y con solo tres por disputar, Excursio debía visitar al líder Almagro en el viejo estadio tricolor en Av. Triunvirato 3700, y solo estaban separados por una unidad. Las crónicas dieron cuenta que el encuentro generó una enorme expectativa y que más de 8000 espectadores se dieron cita para ver a los punteros, registrándose la mayor recaudación del campeonato. Mereció ganar Excursionistas ya que no le cobraron un "visible foul penal de Albérico contra Diana, en la primera etapa". Finalmente, la balanza terminó inclinándose en favor del local. Así la parcialidad del Bajo Belgrano veía alejarse la punta del torneo. Pero las esperanzas no estaban perdidas porque el sábado siguiente Almagro quedaba libre y la diferencia de 3 pts. podría reducirse a 1, restando tan solo una jornada. El sábado siguiente el verde goleó a Dock Sud por 4-3 y se puso a tiro de Almagro. Aquí debemos abrir un paréntesis para explicar lo que venía sucediendo en el fondo de la tabla. Sp. Barracas y Sp. Alsina ya estaban descendidos. La otra plaza la estaban peleando entre N. Chicago (13pts) y Banfield (12pts). El club de Mataderos quedaba libre la última fecha, por lo que Banfield estaba obligado a ganar para evitar el descenso. En la última fecha se enfrentarían Banfield – Excursionistas y Dock Sud – Almagro. El tricolor empató con los darseneros 2-2, estirando la diferencia a 2 puntos, lo que obligaba a Excursionistas a obtener un triunfo en el sur para generar un desempate. El verde, dirigido por el eterno Pedro Tilhet, entró a la cancha con: Baranzini, Rodríguez, Navigante, Alvarez, Ruano, Giuliano, Paolini, Balparda, Diana, Ballerio y Ortíz. A pesar de haber salido resuelto a buscar la victoria, Excursio no pudo con los sureños, cayendo por 2-0. Se encontró con un rival que defendió el triunfo con uñas y dientes con el solo objetivo de evitar el descenso, desgracia que finalmente decayó sobre N. Chicago. De esta forma se nos escurrió de las manos una chance histórica. Muchas veces, los destinos y el derrotero de los clubes se definen en estas situaciones impensadas. ¿Que hubiera pasado si el verde subía a Primera en 1937 y lograba mantenerse un par de temporadas en la máxima categoría? Probablemente su historia futura hubiera cambiado… Lamentablemente, Excursionistas (24pts.) finalizó en la segunda posición detrás de Almagro (26pts.) quien se coronó campeón de Segunda División. Pese a no haber logrado el ascenso, en la Memoria y Balance de 1937, se publicó el siguiente extracto: “Creemos que los cálculos más optimistas hechos al comenzar el período, respecto a nuestro desenvolvimiento deportivo, social y económico, se han visto en este lapso cumplidos satisfactoriamente.” Con ese mensaje lacónico del Secretario de Actas del Club, se despedía un año en el que el “verde” pudo haber cambiado su destino…

martes, 19 de junio de 2012

Excursionistas 2 - Sarmiento de Junín 0 (1.6.1986)

Por Marcos Damián Tricarico.
A todo o nada; el tiempo de los cálculos y las especulaciones llegaba a su fin. El margen para el traspié era nulo sabiendo incluso que, un triunfo en la fría mañana del domingo 1º de junio de 1986 ante Sarmiento de Junín, no bastaría para llegar al mano a mano por el ascenso. Argentino de Merlo estaba un punto por encima nuestro, y por lo tanto deberíamos esperar una “manito” del puntero Dock Sud. La única a favor que teníamos era que a igualdad de puntos con la “Academia del Oeste”, clasificábamos por tener en ese momento mejor diferencia de gol. Nervios, angustias, y temores sumados a la esperanza y la ilusión, eran los sentimientos que predominaban, en el ánimo todos los “leales” presentes aquella mañana dominguera. Recuerdo no haber podido dormir en la noche previa pensando en este partido y en lo que sería no obtener la clasificación; sólo la fe y el optimismo de mi querida “vieja” María, me mantenían en pie logrando que el desayuno no fuera tan angustiante, más allá de su cariño y su: “confiá Marquitos, cuando te llame a la tardecita del trabajo me vas a decir: Mamá tenías razón, Excursionistas clasificó”. Con esas palabras y su dulce beso me fui derechito al “Coliseo de los Sueños” sito en La Pampa 1376, esquinas Miñones y Migueletes en el populoso barrio del Bajo Belgrano; lugar en donde viviría una de las mañanas más felices de nuestras vidas. Presentes todos a la hora del imaginario pase de lista, y con el grito ¡¡VERDE VERDE VERDE; VERDE CORAZÓN; AQUÍ ESTÁ TU HINCHADA QUE TE QUIERE VER CAMPEÓN!! el equipo conducido por Oscar Gómez salió a jugarse su última ficha. Enfrente teníamos a un rival que también estaba en las mismas circunstancias que nosotros, pero con la desventaja de jugarse su suerte en nuestra casa; por eso había que hacer sentir la localía más que nunca, y lo hicimos con fervor, con fe y con nervios también. Por suerte los goles del “Chirola” Amulet y de Schiappacasse llegaron rápido, calmando en parte la ansiedad del equipo y de todos nosotros. Sólo restaba saber cómo le iba a Argentino de Merlo en una época en la que no existían celulares, ni radios partidarias y mucho menos internet. Los minutos del segundo tiempo fueron consumiéndose paulatinamente sin correr riesgo alguno; el “Verde” le había tirado toda su historia y ambición a un Sarmiento que sólo pretendía volver raudamente a su Junín natal. El 2 a 0 final sellaba el triunfo de Excursionistas pero no aún la clasificación, ya que desconocíamos lo que estaba pasando entre Argentino y Dock Sud; todos congregados en el patio esperábamos que desde nuestro Cabildo surgiera la “proclama clasificatoria”. Y la misma llegó cuando a las corridas el recordado Antonio Gorsd, confirmaba el empate y la clasificación de Excursionistas para jugar el mano a mano con Berazategui, e intentar el ascenso a la “B”, aunque en realidad era la permanencia en la tercera categoría de un nuevo fútbol, que le daba paso al Nacional “B”. El abrazo eterno entre todos; el grito contenido por las angustiantes 18 fechas y también algunas lágrimas que, más de uno, dejó soltar de entre sus ojos, eran las fotografías de un domingo felíz, de un domingo que corroboró que mi “viejita” tenía razón.

jueves, 7 de junio de 2012

Excursionistas 2 – C. Córdoba 0 (26.6.1943)

Por Marcos Damián Tricarico.
Quienes años de rica experiencia llevan sobre sus espaldas, lo recordarán por su estilo de juego y fundamentalmente, por su valor y entrega en la defensa de la camiseta albiverde. Otros que inician el camino de transición para llegar a tal preciada cualidad, como quien suscribe, lo recuerdan por su vestimenta deportiva, y su ubicación permanente junto a los técnicos y jugadores sentados en el banco de suplentes. Su figura, alta y delgada, no pasaba desapercibida a mis jóvenes ojos como al de otros muchos; él era quien corría inmediatamente con su bidón de agua para asistir a un jugador lesionado; él fue quien sólo jugó para un club y dedicó su vida al mismo; me estoy refiriendo a Eduardo “Pata” Dotto, el símbolo de Excursionistas. Y decidimos titular esta memoria con el partido que marcó su debut, el 26 de junio 1943 enfrentando a Central Córdoba donde el verde formó con Rebutti, Rossell, Maraviglia, Roncoroni, Dotto, Alvarez, Díaz, Archero, Soler, Ballerio, Roggero y se impuso por 2-0 siendo él autor de uno de los tantos. En cierta ocasión consultado por su debut dijo: “La diosa Fortuna me regaló el recuerdo más grato de mi vida de jugador, marqué un gol desde 35 metros, no lo podía creer, estuve dos minutos mirando para el lado de las tribunas, sentado en el suelo. Lo dejé chiquito al terror de los arqueros (en referencia a su amigo Carlos Soler)”. A partir de ese día defendió la casaca de Excursio en 389 partidos, jugando 16 temporadas consecutivas, hasta el 29 de noviembre de 1958 cuando disputó su último partido enfrentando a Talleres de Escalada. La revista “El Gráfico” supo dedicarle una nota a modo de despedida donde lo calificó como un “ejemplo de fidelidad, perseverancia, humildad, respeto y conducta”. Los más entrados en años lo definen como un jugador noble, valiente, dúctil, de enorme entrega y gran capacidad de juego; sus gotas de sudor en cada partido regaron el suelo fértil de nuestro entrañable coliseo. Los otros que, como yo, lograron verlo en su faceta de masajista, utilero y auxiliar, lo recordamos por su raudas corridas en el afán de auxiliar a nuestros jugadores, o bien en alcanzar las pelotas que quedaban por los costados de la cancha. Su equipo de gimnasia formaba parte de su figura física, y raro me resultaba verlo con indumentaria de vestir. Alentó, luchó y colaboró hasta el último día de su vida por su querido Excursionistas, el club que amó hasta su adiós físico y al cual aún ama desde su lugar celestial. El 10 de octubre de 1981 y tras la victoria por 2 a 1 en el Bajo Belgrano ante Chacarita Juniors, tal vez haya sido la última gran alegría vivida por el inolvidable Eduardo, ya que a la salida del vestuario y en su larga caminata por el viejo patio, hoy nuestro gimnasio techado, se lo vio llorar con profunda emoción. Recuerdo que mi tío José Yazbak supo decirme con justa razón: “Nadie más que él tiene bien merecida esta alegría”. Y vaya que la tenía porque a pesar de llevar sobre sí una cruel enfermedad por años, el Pata siguió estando y viviendo por los jugadores, por “sus muchachos” como bien solía definirlos y fundamentalmente por su Excursionistas. Su labor prosiguió un tiempo más hasta que el 26 de mayo de 1982, se despidió para siempre de todos nosotros y “con él se va un pedazo grande de nuestro querido club” como bien definió la revista en aquel momento “Excursio, una voz de Belgrano”. El hombre de una sola camiseta; el hombre de una vida dedicada íntegramente a los colores verdes y blancos, quien estará presente en el recuerdo de todos los leales que hoy, no sólo lo recuerdan por su nombre en el sector de las plateas, sino también por aquellas lágrimas llenas de alegría, por aquellas “lágrimas felices del hombre de una sola camiseta”.